CONTRA EDITORIAL | Chile, ¿un campo de pruebas?

Por Javier Pineda Olcay

Chile fue un campo de pruebas. Esta es la respuesta que se puede realizar a la editorial de El Mercurio de este viernes 28 de octubre. El neoliberalismo sólo era parte de los debates académicos en algunas universidades, lideradas por la Escuela de Chicago y Milton Friedman, cuyas políticas económicas, sociales y políticas sólo pudieron ser impuestas por una dictadura militar.

“Abrazar una moda económica con escaso sustento en la evidencia es un riesgo letal para nuestras posibilidades de desarrollo”, señala la editorial en su bajada. Precisamente eso fue el neoliberalismo. Sin medir sus consecuencias, los Chicago Boy’s se dedicaron a implementar esas políticas en todas las esferas sociales: desde el trabajo a las pensiones, desde la salud a la educación, desde el sistema bancario hasta el sistema tributario. Ninguna evidencia lo sustentaba, pero aún así fue aplicado y eso dejó a Chile, conocido universalmente, como el “laboratorio del neoliberalismo”.

El trabajo económico de Mazzucato y de otras/os economistas no neoliberales no puede ser calificado como un modelo económico propiamente tal, aunque hay algunas ideas que permiten avanzar a desmantelar el neoliberalismo con esta idea de “Estado Emprendedor” y una alianza público-privada. El supuesto sobre el cual se construye es la evidencia empírica, no un ideal en abstracto: el Estado actualmente, incluso en esta fase neoliberal, emprende mucho, pero no se apropia de los beneficios generados, los cuales se privatizan. Esto ocurre con el desarrollo de Internet; de telecomunicaciones, aparatos electrónicos y redes satelitales; desarrollo de medicamentos; entre otros, donde existe una alta inversión pública para llegar a los productos finales, pero el Estado solo participa cobrando impuestos y las empresas se apropian de las utilidades generadas con los conocimientos que fueron financiados con recursos públicos.

Ser conscientes de esa capacidad y desarrollarla selectivamente puede contribuir al desarrollo de los países: la recomendación de la autora es que los países pobres hagan lo que los países ricos efectivamente hicieron, no lo que dicen que hicieron.

El “Estado Emprendedor” puede ser un concepto nuevo, pero sus ideas no son nuevas y han sido probadas en los últimos años, sobre todo en aquellos países asiáticos que se han “desarrollado” en los últimos años. Este es el caso de Japón, China, Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Finlandia, entre otros, donde el Estado ha jugado un rol clave en la planificación y generación de condiciones para procesos de industrialización y desarrollo comercial. Esto ha sido constatado a través de los trabajos de Ha-Joon Chang y de otros economistas.

La editorial agrega la “falta de publicaciones académicas de primer nivel de algunos de sus inspiradores” a quienes califica de “divulgadores” más que investigadores de punta. Esta es la misma acusación que Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, quien está de visita en nuestro país y criticó a la fanaticada neoliberal, acusando a Milton Friedman de ser un ideólogo más que un economista aplicado, lo cual se vio reflejado en el tipo de publicaciones realizadas, con excepción de sus escritos de juventud.

En contra de la evidencia empírica, El Mercurio señala que “la innovación que promueve el crecimiento y desarrollo de un país depende de una institucionalidad clara y estable que incluya el aseguramiento de los derechos de propiedad, acceso libre y abierto a mercados, un sistema monetario estable y reglas que favorezcan el emprendimiento”. El mantra neoliberal que ha demostrado no ser efectivo es repetido acríticamente por la editorial, acusando que cualquier “moda” que no nazca de esas condiciones está destinada a ser un experimento letal. El ideologismo de El Mercurio es brutal: mientras el neoliberalismo agotado es incapaz de responder a las necesidades de Chile, El Mercurio insiste con la misma receta y se niega a ver todo aquello que sea distinto, a pesar de que esas ideas distintas le permitieron a países como Finlandia, Japón, Corea del Sur y China desarrollarse.  

Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con las posturas de Mariana Mazzucato o puede discrepar de la potencialidad de las mismas, no obstante, como señalaba por twitter el economista Aldo Madariaga: “Chile, el país donde una tropa de peleles ningunean a un premio Nobel y una de las economistas más influyentes del mundo”.

*La Contra Editorial pretende polemizar con las editoriales de El Mercurio, las cuales son utilizadas por otros medios de comunicación y marcan la agenda pública, generando el “marco” de discusión en muchos casos, a pesar del carácter “panfletario” que progresivamente va adquiriendo este histórico medio de las élites políticas y económicas del país.

Autor entrada: Convergencia Medios

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