“Por el miedo que te tienen, por tus pasos que vigilan
Por el déspota de turno, por los hijos que te matan.
Yo te nombro libertad”
Esteban Spencer e Ignacio Silva
El proyecto de ley de Indulto General debía ser votado el martes 02 de noviembre en el Senado, pero las últimas informaciones que llegan no son alentadoras: la votación del proyecto será postergada por la discusión sobre el cuarto retiro, cuestión que fue conocida por las madres huelguistas durante la tarde de hoy. La noticia solo afirmó la voluntad de continuar.
El calor en las calles de Santiago es sofocante. Al interior del edificio de la CGT, su ancho salón ofrece sombra y refugio para las tres huelguistas, que exigen la libertad inmediata de sus familiares, aunque su vida esté en riesgo.
Andrea Fuentealba es parte del Grupo de Apoyo a Presos Políticos (GAPP), Marié Rose Pavez y Verónica Verdugo, madre de Nicolás Ríos (joven de 22 años, preso político de la Revuelta) y vocera nacional de Asamblea Nacional de Familiares de PP, nos indican que han decidido, bajo plenas facultades mentales, iniciar este doloroso y valiente camino.
«Las madres estamos presentes por la libertad de todos los presos de la revuelta, este dolor solo lo entienden quienes lo vivimos», nos señalan con la esperanza de que se apruebe la Ley de Indulto General en el Senado.
Esta medida extrema, al igual que en la Dictadura, es una denuncia directa a la seudo democracia en Chile. También, es una reivindicación por los presos políticos de ayer y hoy, y una acusación directa al Poder Judicial y al Ministerio Público, por su actuar clasista y colaborador de un Gobierno represivo, que criminaliza a toda costa la protesta social.
Acordaron iniciar la huelga ayer para presionar y sensibilizar a la sociedad y las autoridades, demostrándoles que los familiares están comprometidos con la justa causa que llevan durante casi más de dos años, adoptando una posición radical para vencer los obstáculos que imponen instituciones propias de la Transición chilena: la impunidad y la injusticia.
Hoy cumplen el segundo día de iniciada la huelga de hambre, por lo que deben tomar tres litros de agua diariamente, tal como se les indicó por parte del médico. «La huelga es nuestra herramienta, la vamos a usar como lo ha hecho la izquierda y el pueblo siempre. Daremos la lucha por lo que es justo, es nuestra diferencia. Hay que emplazar al poder judicial, que no ha estado a la altura».
Al menos, la huelga ha tenido un efecto inmediato, pues ha logrado establecer una comunicación directa con senadoras y senadores de la oposición. «Un paso a la vez», dicen las madres huelguistas.
A pesar de todo, hay ánimo en las madres huelguistas y las expresiones de apoyo de las visitas recibidas es total, la solidaridad de clase se palpa en el aire al momento de recibir a las visitas: desde organizaciones sociales y gremios, convencionales, personas defensoras de DDHH, autoridades universitarias y municipales, hasta curas de arraigo popular.
En la tarde se ha hecho una convocatoria a la Marcha “Por el Indulto General para los Presos de la Revuelta”, siendo el punto de encuentro la intersección de calle Cumming con la Alameda a las 18:30 horas. Las madres huelguistas hacen un llamado al pueblo chileno a movilizarse, pues solo en las calles se obtendrá la libertad de los presos políticos de la Revuelta, la de sus hijos.