Sobre las primarias presidenciales

La revuelta popular del 18 de octubre del 2019 manifestó en toda su amplitud la crisis de representación de los partidos políticos y del sistema político chileno que venía agonizando durante las últimas décadas.

A partir de ello, la Revuelta termina de hacer estallar la crisis institucional del pacto de la transición cuya función había sido la de dar legitimidad y gobernabilidad al sistema neoliberal chileno. Dicho pacto, sintetizado en la política de los consensos y la directriz política de “en la medida de lo posible”, se terminó cuando el pueblo, cansado de las miserias y abusos, decidió rebelarse a la historia de los 30 últimos años.

Todo ello, en su sentido más profundo expresa que las fisuras del neoliberalismo que se habían venido desarrollando a partir de los ciclos de lucha de las últimas décadas a partir de las luchas del movimiento estudiantil, el movimiento ambiental, el movimiento no más AFP, el movimiento feminista, y los sectores más dinámicos del movimiento de trabajadores y trabajadoras, se han acrecentado teniendo el actual escenario la potencia para desarrollar una crisis de la hegemonía neoliberal, lo que ya ha comenzado a develarse.

Dichos elementos, que deben comprenderse además en el marco del escenario internacional de disputa por la hegemonía mundial entre Estados Unidos, China y Rusia, y que ponen a Latinoamérica como parte relevante del tablero por el ordenamiento mundial, constituyen la apertura de un nuevo ciclo político en nuestro país.

Frente a ello, nos parece entonces que es fundamental agravar la crisis de hegemonía del sistema neoliberal chileno, contraponiendo a ella un programa anticapitalista de nuestros pueblos.

Por programa anticapitalista no entendemos la simple redacción de un documento, sino que pensamos en el programa vivo que el movimiento estudiantil levantó contra el lucro, el endeudamiento, y en favor de la educación pública, en la demanda por recuperar el agua y frenar la explotación ilimitada de nuestros recursos naturales a manos de las transnacionales que ha planteado el movimiento ambientalista, en las demandas por negociación colectiva ramal, derecho a huelga y salarios dignos del movimientos de trabajadores y trabajadoras, en la demanda por un sistema plurinacional de cuidado y de reconocimiento del trabajo reproductivo como parte del programa contra la precarización de la vida que se impulsó en los encuentros de las y les que luchan, logrando sintetizar y avanzar en la articulación de los esbozos de programas fragmentados.

Creemos que ese programa popular debe ser discutido y sintetizado en perspectiva de totalidad, como programa general de nuestros pueblos para el ciclo político que se abre, siendo el escenario constituyente un espacio propicio para impulsar aquello.

En ese marco, creemos que el esfuerzo de los movimientos sociales constituyentes por expresar dicho proceso programático popular es fundamental.

Reconocemos también como relevante el esfuerzo de unidad y articulación que diversas fuerzas anticapitalistas venimos haciendo en pos de superar la fragmentación y enfrentar el ciclo político que se abre con la mayor unidad estratégica que nos sea posible.

En virtud de ello, y frente a las elecciones primarias de este 18 de julio, en primer lugar, rechazamos las posturas de las fuerzas políticas de Chile Vamos, que han negado la violación sistemática de derechos humanos ocurridas en Chile, cuando en realidad son responsables de aquello por más que hoy quieren desmarcarse del gobierno criminal de Sebastian Piñera del que fueron parte.

Por lo demás, basta mirar su financiamiento para hacer evidente lo que es ampliamente sabido: que representan el interés minoritario del gran capital y del capital transnacional que pretende, a cualquier costo, mantener el sistema de explotación que nos rige y con el cual se han beneficiado a costa de nuestros pueblos y territorios.

Respecto de la primaria de Apruebo Dignidad, transparentamos que el debate que se ha dado al interior de nuestras militancias ha sido el de apoyar o no al candidato de Chile Digno, Daniel Jadue, debido a los sectores anticapitalistas que son parte de su campaña y por la apuesta de contenido popular de su campaña.

Frente a ello, hemos decidido no dar un apoyo orgánico al candidato Jadue remarcando nuestro esfuerzo para que las fuerzas anticapitalistas puedan tener una expresión política propia que no sea satélite de la política de ningún otro partido. Si bien reconocemos el giro que ha mostrado el Partido Comunista a partir de la revuelta, somos cautelosos a la luz de lo que fue su participación en el gobierno de Michelle Bachelet hace solo un gobierno atrás.

Sin perjuicio de ello, dejamos a nuestra militancia en libertad de acción y creemos que es sano que los espacios sociales discutan el escenario actual y las diversas alternativas.

Nuestro compromiso está con nuestros pueblos y sus luchas, con el programa vivo que estamos construyendo en cada territorio, sindicato, comité, encuentros feministas y disidentes, centro de estudiantes, y con el cual desafiaremos el sistema capitalista en búsqueda de una nueva sociedad de dignidad y justicia plenas. En ese camino, sabemos que la organización y la lucha son nuestras grandes herramientas.

Arriba las y los que luchan. Hasta que la dignidad se haga costumbre.

 

CONVERGENCIA 2 DE ABRIL

 

 

Autor entrada: Carlos Alberto

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