Contra El Mercurio, vocero de la derecha política

Editorial

El martes pasado conocimos una nueva viñeta de humor de El Mercurio (mirar fotografía), que hacía alusión a los contratiempos en la instalación de la Convención Constitucional a lo largo de sus tres primeros días. Esta viñeta, creemos, es un reflejo más de las posiciones que el diario de Agustín Edwards Mac-Clure ha defendido durante décadas, burlándose y denostando todo aquello que signifique un peligro o posiciones contrarias al poder de los empresarios nacionales e internacionales.

En este caso, dado que han visto la posición de la derecha política y económica totalmente anulada al interior de la Convención Constitucional, al sector no le queda más que menospreciar e invalidar al órgano en ejercicio, ridiculizando a sus integrantes y accionar. Si ya fue grosera la forma de boicotear el inicio de la segunda jornada de la convención, dejando sin habilitar el Palacio Pereira, desde ahora en adelante veremos groseros y burdos intentos por deslegitimar el proceso, levantando desde sus medios de comunicación burlas y mentiras, como usualmente hacen. Miente, miente, que algo queda.

El tabloide El Mercurio ha hecho y deshecho a su antojo desde su fundación el 1 de junio de 1900, traficando influencias y tergiversando el acontecer noticioso, modelando según su línea editorial la opinión pública en Chile, aprovechando su amplia cobertura y despliegue mediático, financiado por grandes empresarios y especuladores, llegando a todas las regiones del país y siendo reproducido en radios, televisión y periódicos menores.

Lo ha hecho desde el comienzo. Tiene un posicionamiento político evidentemente conservador en lo valórico y liberal en lo económico, aunque busquen camuflarse como un diario imparcial con línea editorial independiente. El más claro ejemplo de ello es su colaboración con el gobierno de Richard Nixon y la CIA para desestabilizar el gobierno de Salvador Allende, recibiendo 1,5 millones de dólares con el fin de generar propaganda implacable entre 1970 y 1973, sentando las bases para el posterior golpe de Estado (Comité Church & Pike, Senado de EUA). Tampoco ocultaron su posición al atacar las reformas universitarias de los sesenta y al minimizar o negar la existencia de detenidos desaparecidos en dictadura.

Hoy, aún podemos ver columnas de opinión, editoriales y artículos que cosifican a las mujeres, perpetúan los roles de género, revictimizan, generan discursos de odio contra las y los migrantes, se posicionan por los empresarios y criminalizan la protesta social, atacan a los trabajadores e infunden el temor con discursos de odio que rescatan desde décadas pasadas y añejas.

Pero, afortunadamente, el pueblo de chile ya no les cree. Somos enfáticos en ello, ya no tienen el poder mediático que antes tenían. Hoy, los medios informativos alternativos han ido en alza, con lo que la población tiene un punto de comparación para, al menos de forma inicial, ir poniendo en duda cada una de las noticias y reportajes emanados por los medios tradicionales.

El Mercurio miente y está al servicio de la élite y los empresarios.

Autor entrada: Carlos Alberto

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