La censura es un concepto que está de moda en los matinales. Cada vez que un político de la derecha es interpelado por las barbaridades que dice en un matinal acusa censura. No se cansan de repetirlo, a pesar de tener casi todos los minutos en televisión. La falsa censura que acusan los sectores dominantes de nuestro país esconde el verdadero atentado a la libertad de expresión que entró en vigencia este lunes 15 de junio.
Mediante una actualización del Instructivo para solicitar desplazamientos en estado de cuarentena, suscrito por los Ministros del Interior y de Defensa, los trabajadores de prensa necesitarán contar con un “permiso colectivo único” que debe ser gestionado por el empleador, para lo cual la empresa o institución periodística debe solicitar el permiso en la Comisaría Virtual.
Este es un acto arbitrario e ilegal, pues niega la posibilidad de que trabajadores/as de la prensa independiente que trabajan por su cuenta o bien colaboran para medios de comunicación comunitarios que no cuentan con iniciación de actividades ante el Servicio de Impuestos Internos no pueden contar con un permiso para trabajar. Esta medida está fuera de toda normativa, pues la Ley de Prensa considera como medio de comunicación social todo aquel que se apto para transmitir, divulgar y difundir información al público, sin importar el soporte por el cual lo haga, y si la información que divulga es a través de formato de texto, video, audio o imagen.
Esta actualización es de gravedad máxima porque se limita el derecho al trabajo de cientos de trabajadores/as de prensa independiente y, además, se comete una discriminación y un trato desigual ante la ley totalmente injustificado, pues se diferencia entre trabajadores que realizan una misma labor, pero solo se les permite a aquellos contratados por empresas periodísticas ejercer la labor de comunicación.
Pero esta medida no sólo afecta a los trabajadores y trabajadoras de las comunicaciones, sino que es un atentado contra la libertad de expresión y en contra del derecho de información de toda la población en nuestro país, el cual se caracteriza por la existencia de un monopolio del discurso en los medios de comunicación de masas y un oligopolio respecto a la propiedad de los medios.
Los medios de comunicación comunitarios y la prensa independiente son fundamentales en esta pandemia, caracterizada por la falta de credibilidad, tanto por la información aportada por el Gobierno como por la línea editorial de los medios de comunicación de masas. Fortalecer el trabajo de los medios de comunicación independientes y comunitarios implica alzar la voz frente a estas limitaciones en el ejercicio de su labor y frente a las restricciones a la libertad de expresión y derecho de la información.
¡Que la mascarilla no se transforme en bozal!
Por Javier Pineda, Editor de Convergencia Medios