Por Eduardo Quevedo Maulén
Desde que el coronavirus llegó a finales de febrero a nuestro país, se convirtió en el mayor aliado del gobierno, frenando en seco la revuelta popular iniciada en octubre y que había tomado un pequeño respiro en enero y febrero, pero que ya la primera semana de marzo vislumbraba un oscuro panorama para el gobierno.
El sentido de responsabilidad social y solidaridad del pueblo de dejar las calles y aportar a que el virus no siga presente en el país fue el aliado perfecto del gobierno, en donde Piñera sacó provecho de esta situación, decretando al poco tiempo de pandemia toques de queda en el territorio nacional sin ninguna justificación valida previa, más aún cuando las policías y militares están en su momento más cuestionado desde la dictadura.
Es sin duda alguna sorprendente ver como un gobierno que tenía una aprobación del 6% en enero y un 22% actualmente nos hable de cómo son lideres mundiales en como llevar la pandemia, la tozudez de Piñera no tiene limites, desde su forma de explicar el virus no siendo un experto en salud hasta su desfachatez de criticar a otros gobernantes en el mundo, que a su entender no han sabido llevar la crisis tan bien como su gobierno, si paradójicamente, su gobierno que enfrento la revuelta popular que no pudo parar salvo por una pandemia mundial.
Siguiendo la línea comunicacional de Piñera es que una serie de políticos, tanto de oposición como de oficialismo han sacado provecho de esta crisis buscando acreditarse nuevamente ante la sociedad, donde cada uno busca sus réditos políticos y tapan de una cierta forma la deplorable acción del gobierno ante esta crisis.
Pero no hay que ser ciegos, el gobierno no ha tenido ningún merito en esta crisis, el merito es de las y los trabajadores de este país, del personal de salud que no ha parado en sus labores asistenciales, el merito es de quienes se levantan a trabajar y ponen al servicio del pueblo sus profesiones y oficios, a cada profesor, a cada obrero, a cada estudiante, a cada dueña de casa, el merito está en ellos, en el pueblo que por si solo se logra organizar y crear comunidad en estos momentos de pandemia. No es alejado mencionar que las ollas comunes están reviviendo en muchos sectores del país como un llamado a la unidad de clase y un llamado claro a que donde no llega el gobierno los pobladores logran la unidad necesaria para enfrentar las adversidades por si mismos tomando la iniciativa y no esperando soluciones irreales de quienes nos gobiernan.
Mientras el rol del empresariado y del gobierno ha sido claramente el de seguir con las políticas de explotar al pueblo, con empresas gigantes que se acogen al seguro de cesantía; con bancos que no están dispuestos a congelar las deudas, con universidades que no condonaran las deudas, con la nula condonación hacia los servicios básicos y un sin fin de cosas. Una vez más se sacan la careta, la Moneda y los duelos del capital buscan salvaguardar a toda costa el régimen político económico imperante hace mas de 30 años en nuestro país, la vida de los seres humanos para ellos pesa menos que estos factores.
Como guinda de la torta, el coronavirus le sirvió al gobierno para que se dieran el privilegio de poder aplazar el plebiscito de Abril para octubre de este año, y donde este mismo gobierno ya esta pensando en aplazarlo nuevamente producto de la inestabilidad económica, un gobierno que llama a la normalidad pero que está pensando en aplazar nuevamente el plebiscito, contradictorio por lo bajo. Y claro no esta demás recordar que es el mismo plebiscito que se vieron obligados a llevar a cabo como forma de darle un final a la revuelta popular. Es de una patudez tremenda ver a un nombre como Piñera declarar que su gestión ha sido líder en la región, después de haberlo visto contra las cuerdas del fin de su gobierno producto del descontento del pueblo y del gigante desprestigio mundial durante todos estos meses.
Desde el 18 de octubre que no es muy alejado de la realidad creer que el sistema político- económico Chileno está agonizando, el coronavirus solo le vino a dar un poco más de vida a Sebastian y a su gabinete empresarial, superada esta pandemia no hay dudas de que el pueblo volverá a las calles, y más aún a cada espacio donde pueda organizarse, la pandemia vino a reflejarnos en la cara que las autoridades son incompetentes en estas crisis, que el sistema no aguanta nada y que solo existe calidad de vida para los ricos. La lucha de clases está mas presente que nunca.
La consigna del Chile despertó tiene que hacerse cada vez más carne en cada una y uno de nosotros, el pueblo está acumulando rabia, esta misma que condensada será la artífice de los cambios futuros que se vendrán en el país, la artífice de la nueva constitución, del nuevo sistema político económico social que vendrá, la misma rabia que pide a gritos más sindicatos, mas federaciones de estudiantes con voz clara, más pobladores organizados y más asambleas populares.
No hay dobles lecturas, el coronavirus salvo al gobierno por algunos meses, pero la revuelta popular sigue en cada uno de nosotros y la haremos expresar con más fuerza que nunca, el pueblo no olvida.
A no bajar los brazos, a seguir unidos contra los opresores, y a seguir creando poder popular!