Luego de darse dos casos de mujeres menores de edad abusadas y violadas por policías en Ciudad de México, la alerta feminista se encendió con fuerza nuevamente en dicho país. Ésta fue la gota que rebalsó el vaso y que hizo que estallara hastío acumulado ante una situación de violencia desatada en la Región, con particular fuerza en México, donde se estima que en promedio existen nueve feminicidios diarios.
Así, el pasado viernes 16 de agosto, cientos de feministas activistas y militantes se convocaron para manifestarse contra la violencia de género que se agudiza día a día, y que hoy es protagonizada por agentes del Estado. Con consignas como #NoMeCuidanMeViolan, #MeCuidanMisAmigasNoLaPolicía y #YoTeCreo han dejado claro que no permitirán más agresiones sin respuesta, y que el movimiento feminista crece y avanza, se fortalece, resistiendo a la violencia que se reproduce y multiplica también en manos de los agentes represivos que dicen protegernos. Salieron a la calle con escarcha y pintura, con rabia organizada, gritando con fuerza que ¡exigir justicia no es provocación!.
Ayer fue Argentina, luego fue Chile, hoy es México. Se inaugura un nuevo momento en la marea feminista que recorre todos los rincones de Nuestra América. El grito feminista que se resiste a la violencia de género en sus múltiples formas se propaga por todo el Sur del Continente, se expande y toma diversas formas, se radicaliza, y expresa las diversas voces que hoy se articulan y resisten la agudización de la precariedad de nuestras vidas.
