Por Gabriela Bustos P.
Como si no fuese suficiente con la desigualdad que viven a diario las mujeres futbolistas en Chile, que ven sus condiciones a años luz de las ofertadas a sus pares de género masculino, quienes disfrutan de este deporte desde la galería, deben enfrentarse a un lenguaje misógino que las violenta, y que convierte al machismo en un rival más tras cada partido.
“El mundo del fútbol siempre ha sido predominantemente masculino, con lógicas patriarcales, donde la mujer ha quedado marginada e invisibilizada. El caso colocolino no es la excepción. Esto se ve reflejado tanto a nivel de hinchada, con cánticos sexistas y homofóbicos, como a nivel institucional, con un directorio donde no existía representación femenina hasta este año”, cuenta Maricela Franco, Secretaria General del Club Social y Deportivo Colo Colo, e integrante de la Comisión de Género Rosario Moraga; agrupación feminista que surge como respuesta a un modelo patriarcal que debiese estar obsoleto. “Queríamos crear un espacio que visibilizara y promoviera la participación de mujeres en todas las instancias de desarrollo del club, y desde su creación en abril de 2018 hasta ahora lo hemos hecho, generando lazos y trabajos en conjunto con otras agrupaciones de mujeres colocolinas, y compartiendo espacio con feministas de otros clubes chilenos”, explica evidenciando la transversalidad del movimiento.

No es folklore, es machismo
Como una respuesta a la discriminación de la que son víctimas, y cansadas de expresiones que son la fiel representación de la violencia a la mujer en otras áreas, han impulsado una campaña que busca erradicar cánticos y expresiones sexistas de los estadios. “Pretendemos motivar la reflexión y auto-crítica, replantearnos cómo se relacionan los y las hinchas, con el fin de dejar de usar expresiones machistas y misóginas. Con esta campaña, se hace un llamado explícito a dejar de usar un lenguaje sexista y violento y a dejar de normalizar las discriminaciones y la cultura de la violación, actitudes a las cuales se le rinde honor por medio de las canciones utilizadas para alentar a los equipos, en desmedro de las mujeres”, sostiene Maricela.
En este ámbito, consideran fundamental la necesidad de repensar las letras de algunos cánticos que ocupan términos femeninos con el fin de denostar y disminuir al rival, o en los que derechamente ser madre, o mujer, es sinónimo de ofensa y debilidad, distando mucho de la realidad que viven muchas compañeras a diario, que muy por el contrario, se caracterizan por su enorme fortaleza y dignidad.
“Partamos desde la base que este no es un problema específico del estadio o del fútbol, sino que la violencia de género es estructural y está presente en la gran mayoría de los espacios donde se relacionan las personas. En este contexto específico, creo que esta violencia se expresa a través de las canciones y apodos utilizados por las barras de los distintos equipos de fútbol, que intentan disfrazar de folklore, cuando evidentemente, es machismo y misoginia. No es coincidencia que todos los apelativos al rival sean femeninos, como si ser mujer fuera menos valioso que ser hombre”, cuenta Maricela.
Además de ser un ataque innecesario, su gravedad radica en la inconsciencia que hay respecto a lo violento que es. Por este motivo, y previo a cada clásico, han decidido impulsar esta campaña, entendiendo que es un tema a trabajar en el largo plazo, pues está fuertemente ligado a la educación y al modo en que nos relacionamos. “La estructura patriarcal no sólo la validan los hombres, sino también nosotras. En este sentido, desde el fútbol no vamos a cambiar por completo a toda la sociedad, pero sí podemos aportar un granito desde la reflexión, desde lo cotidiano, de demostrar que el machismo está presente inclusive en actitudes que tenemos tan normalizadas”, sostiene explicando que es por este objetivo, por el que continuarán desarrollando charlas, conversatorios y contribuyendo desde sus posibilidades, al debate en torno a una problemática que debe acabar.

“Ni zorras, ni madres. Basta de vernos como el sexo débil. El lenguaje crea realidades, y no nos gustaría que nuestras hijas, hermanas, primas, crezcan creyendo que solo por ser mujeres, no tienen suficiente coraje para ser grandes y fuertes. Las/os verdaderas/os hinchas del fútbol, tenemos por tarea superar las pobres herencias que hoy nos mantienen repitiendo sin pensar, discursos machistas, racistas, homofóbicos y sobre todo, hegemónicos y funcionales, a quienes agradecer la eterna división de los pueblos”, manifiesta la Comisión de Género Rosario Moraga en su comunicado.
*Las imágenes corresponde a la Comisión de Género Rosario Moraga, en sus campañas del año 2018 y 2019.