El quilombo de los empresarios que afecta al pueblo argentino

José Carlos Flores

Una nueva crisis se ha generado estos días en Argentina debido a que el valor del dólar casi se ha duplicado en relación al peso argentino, hecho que derivó de un acuerdo promovido por los sectores empresariales que representa el presidente Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en línea con las directrices de un conjunto de gobiernos mundiales que han cedido abiertamente su soberanía e independencia para seguir los lineamientos de las grandes Corporaciones Mundiales y Transnacionales.

Esto es sumamente complejo dado que el acuerdo con el FMI intentaba reimpulsar la economía interna, la cual está totalmente deteriorada por el modelo neoliberal y la corrupción, pero que al final del día, significó que los “mercados” castigaran de forma más profunda la situación interna, generando esta nueva crisis.

De varias partes se venía escuchando un posible default (impago de la deuda soberana) del Estado argentino, para lo cual Macri nuevamente se arrodilló ante los intereses del Fondo Mundial, renegociando condiciones que significan el profundizar la situación de miseria de los sectores populares y la clase trabajadora en general.

Para esto el gobernante argentino, señaló que intentará disminuir el gasto fiscal. Lo cual sigue la lógica del sometimiento que ha ido instalando el FMI y el Banco Mundial, dejando de lado el ver la discusión sobre cómo incorporar más ingresos a las arcas fiscales; lo que se debería realizar cobrándole más a los súper-ricos y grandes capitales transnacionales o impedir que realicen su fuga de capitales y dólares al momento de asentar sus intereses en paraísos fiscales. Pero siempre el recorte y austeridad es la salida neoliberal: golpeando los beneficios o prebendas que tenía el Pueblo y que por supuesto ganó normalmente en procesos de movilizaciones y a punta de grandes luchas.

Para dejar más claro el asunto: Macri eliminará la mitad de sus Ministerios como fórmula para contener los gastos y aumentar la austeridad, mayores recortes de personal, bajas salariales, tarifazos y eliminación de subsidios, traspasándole el peso a las clases populares y trabajadoras, pero que en paralelo el negocio del dólar y la especulación se aceleró antes del acuerdo generado estos días con el FMI.

Además, el proceso de los negocios neoliberales no toca los grandes intereses de las empresas, las cuales en general han profitado históricamente del esfuerzo y trabajo de las clases populares. Estamos hablando de empresas que han sido parte central de la configuración de los problemas que se vienen arrastrando desde hace décadas.

Cuando Macri habla del “castigo del mercado” habla en verdad de los grandes capitales que no confían en un país que ellos mismos desangraron y que piden poder mejorar sus opciones para seguir haciéndolo, al igual que en otros rincones del mundo.

Por último, algunas interrogantes que quedan dando vuelta de forma inmediata. ¿Serán capaces los sectores independientes y autónomos del mercado y el Estado capitalista patriarcal de conducir un proceso general que pueda revertir de manera inmediata esta situación? ¿El destino político depende de la candidatura de los sectores kichneristas o se podrá superar desde la izquierda dicha situación? ¿El Poder Popular en Argentina puede contener las necesidades inmediatas de la gente proyectándose como una nueva estructura de Poder del Pueblo y de esta manera comenzar a prefigurar otro Estado? ¿El aprendizaje del 2001 saldrá a la luz, en un escenario más complejo a nivel mundial? ¿La lucha del Pueblo Mapuche autónomo se vinculará en un concierto más global o se mantendrá su accionar en el Wallmapu dada la incapacidad de reactivar una articulación general de la lucha de los Pueblos contra los grandes capitales extractivistas y transnacionales? ¿La izquierda radical podrá tomar la dirección de una apuesta contrahegemónica dada las condiciones paupérrimas que vuelve a configurar los sectores más neoliberales de la sociedad? ¿El impulso feminista podrá ser parte de un tejido con una mirada como proyecto emancipatorio que abarque todos los espacios de la vida, confrontándose de manera concreta y general a la cultura machista y el Capitalismo Patriarcal y Colonialista? ¿Cómo pensar una alternativa latinoamericanista ante estos sucesos tanto en Argentina, Brasil, Chile, Wallmapu, etc.?

Lo que es un hecho cierto, es que cuando Macri indica que esta será la última crisis, podemos estar seguras y seguros de que esto no será así y que solo dependerá de una estrategia que dispute el poder en todas las esferas, la que podrá cortar con este espiral de acumulación voraz del capital.

Autor entrada: Convergencia Medios

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