Comunicado ante el feminicidio de Joane Florvil, Mujer Haitiana

Convergencia 2 de abril – ContraCorriente

El día de ayer nos enteramos del lamentable fallecimiento de la joven haitiana de 28 años, residente en Chile que se encontraba internada y detenida en la Posta central.

Joane fue detenida el día 30 de agosto, acusada por la Oficina de Protección de Derechos (OPD) de la Municipalidad de Lo Prado, por un supuesto abandono a sus hijas de 2 meses. Sin embargo, su verdad dista mucho de tal acusación, esta mujer sólo corría tras un ladrón que había hurtado sus pertenencias, siendo ella la detenida y acusada.

El hecho que lleva su vida al doloroso deceso radicó en la desesperación de esta mujer, a la que no sólo se le privó de libertad, sino que también se le arrebató a su pequeña hija, no pudiendo entender siquiera la situación pues no habla español.

Éste es otro hecho de violencia al que son sometidas las mujeres, en calidad de mujeres, madres, migrantes, afrodescendientes y pobres, develando una vez más el carácter patriarcal, xenófobo y racista del Estado chileno. Es por esto que, desde una perspectiva feminista, acusamos al Estado de ser culpable de la muerte de Joane, muerte que constituye un feminicidio de Estado, toda vez que su muerte fue la conclusión de la violencia vivida por sus condiciones de género y raíces étnicas en una sociedad capitalista, patriarcal y racista. 

En este contexto de injusticia, tristeza, rabia e impotencia, nos retumba con fuerza en nuestras mentes “Ni Una Menos”, y el nombre de Joane nos llama a actuar y construir proyectos de subversión de esta cruel realidad, a atender a la necesidad urgente de articulación con nuestros hermanos y, por sobre todo, nuestras hermanas migrantes en estas tierras.

Esperamos que pronto la hija de Joane pueda encontrarse con su comunidad, en donde estará protegida y amada, y no expuesta a un sinfin de violencias sociales e institucionales en lugares como las dependencias del  SENAME, que se encuentran muy lejos de ofrecer espacios de seguridad y protección a niños, niñas y adolescentes. 

Como miembr-s de esta sociedad, que es la responsable de la muerte de Joane y de todas las violencias que vive la comunidad haitiana día a día, pedimos disculpas y les decimos, con toda certeza y profunda convección, que somos hermanos, hermanas y que lo que ha dividido las fronteras a favor del desarrollo y control capitalista, la clase debe unirlo, para luchar por subvertir esta realidad de miseria que comparte nuestro pueblo. 

Recalcamos, a Joane no la mató la desesperación, la mató el Estado chileno con el silencio cómplice de la sociedad. Será nuestra lucha, feminista y revolucionaria, la que homenajeará su vida, porque no permitiremos más muertes de mujeres migrantes y pobres a manos del capitalismo patriarcal.