Aurora Roja N°42: Resumen Semanal

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Crisis del sistema de partidos: refichajes truchos y premios por “lealtad”

Esta semana hubo dos episodios que aumentaron la deslegitimación del sistema de partidos en Chile: el nombramiento de Javiera Blanco como Abogado Consejera del Consejo de Defensa del Estado (CDE) y la decisión de “flexibilizar” el proceso de refichaje de los partidos políticos existentes.

En ambos hechos subyace la lógica duopólica del régimen chileno post-dictadura. Tanto el Servel como el CDE son instituciones estatales cuyos miembros son nombrados por las autoridades gubernamentales. En lugar de ser instituciones donde primaran las competencias profesionales e ideoneidad para el cargo, resultan ser una especie de “premios” que se sortean entre los fieles a la autoridad que nombra. Hace semanas atrás se realizó el nombramiento de Rossana Costa como Consejera del banco Central, quien se había desempeñado como Directora de Libertad y Desarrollo (fundación de la UDI). ¿Qué independencia y autonomía podría tener el Banco Central si sus consejeros son nombrados por la Concertación y Chile Vamos?

En este régimen los partidos se han “cartelizado” al igual que las empresas. Se cubren las espaldas para no ser investigados en casos de corrupción, se apoyan mutuamente para nombrar a su gente en la institucionalidad del binominal, como el Tribunal Constitucional, Ministerio Público, Servel, Banco Central, jueces de la Corte Suprema, entre otras instituciones.

Y aún con toda la militancia que tienen en la administración del Estado, no han sido capaces de refichar a sus militantes, para lo cual el Servel autorizó que las personas puedan ratificar su afiliación a un partido enviando por correo electrónico un formulario en conjunto a la copia del carnet de identidad, lo cual puede permitir refichajes truchos.

De instituciones como el Servel, Tribunal Constitucional o Banco Central no se puede esperar nada, pues responden a sus patrones: los partidos políticos tradicionales. De estos últimos tampoco se puede esperar nada, pues también responden a sus patrones: las grandes empresas y grupos económicos nacionales e internacionales que financian sus campañas, como quien subcontrata cualquier servicio disponible en el mercado.

Aumenta el conflicto en los “puntos calientes”

Aquellos que se dedican a la geopolítica están hablando que actualmente existen tres “puntos calientes” en el mundo, donde la guerra ya domina el escenario y se puede intensificar o bien, son puntos donde puede estallar el conflicto. Estos tres puntos son Europa del Este con énfasis en Ucrania, disputado entre la Unión Europea y Rusia; Medio Oriente y el Mar de China, disputado entre China y Japón, Filipinas y Vietnam.

En Ucrania, luego de un cese al fuego de más de un año entre el gobierno central de Ucrania con las zonas autodeclaradas autónomas de Lugansk y Donetsk, en la zona este que limita con Rusia, esta semana volvieron los bombardeos y ataques cruzados poniendo fin al protocolo de Minsk firmado el 5 de septiembre de 2014. Ambas partes declaran haber respondido a los ataques del otro. No obstante, lo cierto es que el conflicto se intensifica nuevamente y se transforma en un escenario de disputa directa entre Rusia, que apoya a los “rebeldes” del Este de Ucrania y la OTAN que apoya al gobierno central ucraniano, dirigido por grupos fascistas que se hicieron del poder luego de un golpe de Estado al ex presidente Víktor Yanukóvich, pro-ruso.

En Mar de China los ánimos están agitados luego de la visita del Secretario de Defensa de los Estados Unidos, quien visitó Japón y Corea del Sur, declarando la soberanía de Japón sobre las islas Diaoyu (Senkaku en japonés), que están en disputa con China.

En cuanto a Medio Oriente, continúa los enfrentamientos directos en Siria, principalmente entre el ISIS y el Ejército Sirio en la zona norte, en poblados cercanos a Alepo que aún son controlados por el ISIS. No obstante, en Kasajastán bajo el liderazgo de Turquía, Rusia e Irán, se negocia un cese al fuego entre los sectores de Bashar Al Asad, Presidente Sirio, con algunos grupos rebeldes. En Yemen el conflicto se puede intensificar, luego que fuerzas hutíes (chiitas apoyados por Irán) lanzaran un misil a una base militar de Arabia Saudita, a 30 kilómetros de la capital de dicha ciudad.

Los incendios forestales; una consecuencia más del extractivismo en los territorios

Las más de 400.000 hectáreas quemadas en las últimas 4 semanas, no han dejado indiferente a nadie. La magnitud de los incendios presentes en nuestro territorio, han movilizado a la comunidad internacional por medio de donaciones y apoyo logístico para mitigar la catástrofe, lo que ha reducido el déficit de los servicios públicos encargados de la prevención y extinción de incendios que se han visto sobrepasados, aun después de ser advertidos por innumerables expertos de lo insuficiente de su preparación. Nuestra prensa alucina con la llegada de grandes aviones enviados por Rusia y Estados Unidos, que nos hacen recordar con cierta nostalgia y ambigüedad, los momentos anteriores a la caída del muro.

Las 2.8 millones de hectáreas de monocultivos que existen entre la región del Maule y De Los Ríos, han creado un polvorín que, sumado a las condiciones climáticas con el famoso indicador 30-30-30 (humedad, temperatura y vientos), hicieron explosión abrupta -con intencionalidad mediante- destruyendo fuentes laborales y dañando gravemente el ecosistema ya alterado por la industria forestal.

Sin embargo, detrás de tanto espectáculo azuzado por los medios de prensa del bloque dominante, han surgido pequeños movimientos que tratan de ver más allá de lo inmediato, buscando determinar los factores que hicieron posible esta tragedia, sin nublarse en las responsabilidades individuales de quienes iniciaron los incendios, además de dotar de cierta organicidad el descontento social provocado por estas catástrofes. Esto se expresó en la manifestación del día jueves 2 de febrero, para poner a prueba lo avanzado y mantener en la palestra la voluntad de cambio, que aún requiere de claridades para avanzar de forma cualitativa en el cuestionamiento del modelo económico, base que posibilita la destrucción de nuestro medio.

El extractivismo continúa destruyendo nuestros territorios; ya sea en el sur mediante la explotación forestal que homogeniza el bosque y erosiona los suelos; la pesca industrial que amenaza la vida de nuestros mares; o la minería que contamina las aguas y suelos, provocando todo tipo de enfermedades en las comunidades aledañas a la mina: todo ello contribuye a la acumulación rentista de nuestro país que beneficia sólo a unos pocos.

Autor entrada: Convergencia Medios